miércoles, 13 de abril de 2011

Pobreza en Latinoamerica.

Más del 40% de la población de América Latina y El Caribe vive en condiciones de pobreza y 18%, vive en pobreza extrema (Tabla 2, CEPAL 1998). El porcentaje de gente pobre se incrementó en los años 80's durante el período que muchos han llamado la "década perdida", un período de crisis fiscal y de incremento de la deuda externa. Durante los 90's el porcentaje de pobres disminuyó, pero permanece aún por encima de las tasas de los 80's. No obstante, puesto que la población ha crecido enormemente, el número absoluto de gente pobre pasó de 135 millones en 1980 a 221 millones, en el año 2000.

Las áreas rurales tienen mayores porcentajes de personas pobres, comparadas con las áreas urbanas (de Janvry y Sadoulet, 2000). Para la región en general, el ingreso per cápita ha sido el mismo entre 1980 y 2000 (Figure 6). Durante este período solo Chile y México han mejorado sus ingresos per cápita de una manera sustancial. La gran mayoría de los países ha tenido ligeras mejorías en el ingreso per cápita o han registrado menores ingresos inclusive que en las pasadas dos décadas.

Pero este cuadro es todavía peor cuando se considera la desigualdad. Latinoamérica tiene la mayor desigualdad en términos de la distribución de la riqueza, entre todas las regiones del mundo. La desigualdad de la distribución de la riqueza es usualmente uno de los principales tópicos de interés en cualquier discusión relacionada con la pobreza en América Latina y El Caribe. Por ejemplo, en Brasil y en Guatemala, el 10% de la población con los más altos ingresos tiene casi el 50% del ingreso nacional. La parte correspondiente al 20% de los que ganan menos, tienen un ingreso inferior al 3% del ingreso nacional (Ferranti et al., 2003). Sin embargo, estudios recientes muestran que la desigualdad no está creciendo tanto como la gente cree (Ferranti et al., 2003; Economist.com, 2003). América Latina ha mostrado signos de persistente desigualdad a lo lardo de muchas décadas.

Algunos observadores citan razones históricas para la tremenda desigualdad existente en América Latina y El Caribe (Ferranti et al., 2003). De acuerdo con este enfoque, el legado de la época colonial y la esclavitud, nos dejaron con un sistema en el cual los descendientes de las colonias europeas dominaron a los grupos indígenas y a los afro-latinoamericanos. Bellon et al. (2004) ha demostrado que la etnicidad es un factor preponderante en la pobreza alimentaria en México (Figure 7). Los altos niveles de pobreza coinciden con áreas donde la mayoría de las personas hablan lenguas indígenas. De acuerdo con un reciente informe del Banco Mundial (Ferranti et al., 2003), el tratamiento de la desigualdad requiere de "más igualdad en la escena política, mayor acceso a educación y salud, además de un amplio reconocimiento a los grupos afro-descendientes y a los indígenas".

La desigualdad en términos de riqueza y de ingresos, son aspectos a ser considerados entre otros muchas dimensiones de la pobreza. En las siguientes secciones de este reporte los temas de pobreza como salud y educación, son discutidos. En este par de tópicos, los indicadores de desarrollo muestran sustanciales mejorías en las últimas décadas. Dentro de contexto del incremento en el número de personas pobres en América Latina que parece agobiar a la región, surgen algunas mejorías en salud, educación y otros aspectos relacionados con el bienestar de la población.

¿Cuáles son las condiciones de pobreza en las áreas geográficas de mayor prioridad?

Con el fin de evaluar la pobreza en las áreas locales designadas como CIPs, nosotros utilizamos información de la base de datos de necesidades básicas insatisfechas de CEPAL para América Latina (Feres and Mancero, 2001; Schuschny and Gallopin, 2004) y un estudio reciente de gastos en hogares, realizado en México (Bellon et al., 2004). Las necesidades básicas son los únicos datos relacionados con pobreza, disponibles para la mayoría de países de América Latina. Basados en los censos nacionales, los indicadores de necesidades básicas incluyen información sobre calidad de vivienda, número de personas por habitación, disponibilidad de agua potable, alcantarillado, asistencia escolar de menores, y la probabilidad de suficientes ingresos en el hogar. Los indicadores usados en este artículo son dos: Uno es simplemente la densidad de población con al menos una necesidad básica insatisfecha y el otro indicador es un índice que contabiliza el número de necesidades básicas insatisfechas por hogar. Los valores más altos del índice muestran aquellas áreas donde la intensidad de pobreza es mayor. También nosotros tuvimos en cuenta las mediciones de los gastos por hogar en los CIPs de México, en comparación con la línea de pobreza establecida por el gobierno en esa nación.

El promedio de Intensidad de Pobreza muestra que hay unos países y unos CIPs que tienen un valor muy alto, mientras que en otros casos este promedio es sustancialmente inferior. Se puede apreciar que no existe un patrón claro respecto a las cifras de Intensidad de Pobreza y que si hay alguna variación en cuanto al Índice de Pobreza dentro de los países. El Índice de Pobreza para Ceara, estado de Brasil, es mayor que el promedio para todo el país. Pero los municipios que pertenecen a este CIP, tienen cifras mayores y en algunos casos menores, que las de los promedios del estado y del país. La misma situación se presenta en departamento El Paraíso, Honduras, donde los Índices de Pobreza a niveles departamental y nacional, son mas o menos los mismos y muchos de los municipios dentro de este CIP presentan promedios inferiores a los que se registran a niveles departamental y nacional. En el caso de Oruro, departamento de Bolivia, los dos municipios tienen Índices de Pobreza mayores, comparados con los Índices nacionales y departamentales. Las diferencias en estos tres ejemplos que se pueden ver en la Figura 8, son pequeñas. Necesitaríamos investigar mucho más, para determinar claramente si estas disparidades reflejan diferencias reales en términos de desarrollo económico y social. Si las diferencias resultan ser reales, un mejor entendimiento de las razones por la cuales se están presentando estas diferencias en los niveles de pobreza, podría ayudar a las personas encargadas de asignar proyectos a idear intervenciones en estas áreas.

La Densidad de Población con necesidades básicas insatisfechas para el total de América Latina, para los ocho países en los cuales están localizados los CIPs y para los municipios que los conforman. Las cifras de Densidad de Población sugieren que los ocho países en los que estamos enfocados presentan mayores densidades de población con gente pobre. Solamente Brasil, Bolivia y Perú muestran datos por debajo del total de América Latina. Esto es debido a las grandes extensiones de estos países, que tienden a disminuir la densidad de población.

Los CIPs muestran aun diferencias más sorprendentes, con un sólido grupo de municipios que tienen el doble del promedio de América Latina en cuanto a Densidad de Población con Necesidades Básicas Insatisfechas. Muchos de los CIPS muestran Densidades de Población con Necesidades Básica Insatisfechas sustancialmente mayores, como ocurre por ejemplo en El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Brasil y Perú, donde se presentan densidades de población con gente pobre de más de 100 personas por kilómetro cuadrado. Algunos de estos CIPs tienen seguramente municipios predominantemente urbanos. No obstante, los programas de desarrollo en los CIP, son llevados a cabo en áreas con las mayores cantidades de gente pobre, establecidas de acuerdo con los indicadores de necesidades básicas insatisfechas.

Mientras que los indicadores de necesidades básicas son mediciones directas de bienestar (por ejemplo, si una casa tiene o no desagüe interior), los estimados indirectos de pobreza tales como gastos e ingresos de un hogar, puede ser también mediciones muy útiles en este tipo de estudios. Infortunadamente, las mediciones indirectas de pobreza que sean comparables entre países al mismo detalle de resolución, son muy difíciles o imposibles de conseguir. Sin embargo, hay un estudio que da algunas pistas de la pobreza a nivel de los municipios que conforman los CIPs en el sur de México (Figure 10; Bellon et al., 2004).

Todas las 10 comunidades que conforman el CIP de Oaxaca, México, caen por debajo de la línea oficial de pobreza para el país (Comité Técnico para la Medición de la Pobreza, 2002). En una de las comunidades, Rancho El Moreno, el promedio de gastos por hogar es menor que la mitad determinada como mínima para adquirir los productos de la canasta básica en México. Estas cifras sugieren que muchas de estas comunidades tienen niveles de pobreza asociados con la imposibilidad de adquirir suficiente comida para cubrir los requerimientos mínimos nutricionales.

La comunidad más pobre, tiene casi la mitad del promedio de gastos por hogar de los menos pobres. Estas diferencias evidencian el amplio rango de variabilidad que existe entre los niveles de gastos por hogar en la región. Esta es una oportunidad de compartir las estrategias de reducción de la pobreza entre los líderes de la comunidad y otros que manejan estos temas a nivel local.
El repaso de los datos arriba citados da una idea de los niveles de pobreza generales y relativos que se dan en los CIPs, donde el desarrollo de los programas se está llevando a cabo. Las iniciativas económicas y sociales pueden usar mediciones de pobreza relativa y comparaciones con las líneas de pobreza, con el fin de establecer una línea de base, que sirva para el juzgamiento del progreso futuro

http://gisweb.ciat.cgiar.org/Foro/pobreza.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario